jueves, 10 de junio de 2010

Una Carreta sin Bueyes

Apuntes sobre la Política Exterior de El Salvador
Por Jose chacon

El Salvador se vio nuevamente acompañando la posición de los Estados Unidos en la ultima reunión de la OEA. Pide que se acepte nuevamente a Honduras y se olvide el golpe de estado, porque así, dice el estado salvadoreño, se caminara hacia la democracia. Somos vecinos de Honduras, conocemos su historia, la cual es parte de la nuestra, y sabemos muy bien que así no funcionan las cosas. El Salvador al igual que en tiempos de ultra derechista ARENA acompaña una petición norteamericana. Esto es natural por que el centro del mundo, de acuerdo a nuestro ministerio de relaciones exteriores sigue siendo Washington y Brúcelas. No tenemos nada nuevo que mostrar en la arquitectura de la gobernanza global, porque el rostro de nuestra política exterior sigue siendo blanco, rubio y con ojos azules. Hay que cambiar de rostro, uno moreno, pelo negro, con mirada al sur.

En el sur hay experiencias muy buenas para este gobierno. Una de ella viene de Kenia, África; el gobierno de derecha intento un fraude electoral en diciembre 2007, la gente salió a las calles, quemo ciudades, la violencia tomo un giro étnico y mas 1,500 personas fueron asesinadas hasta Febrero 2008. La Unión Africana, lo que para nosotros es la OEA, presiono y el gobierno de derecha acepto cogobernar con el partido de oposición. Hoy  se está discutiendo una nueva constitución, mas democrática, más tolerante. La Corte Internacional ha abierto una investigación sobre los crímenes cometidos y las violaciones de derechos humanos. Kenia con mucho esfuerzo y el apoyo de instituciones internacionales está buscando su propio camino a la reconciliación y a una democracia más participativa.

Honduras no está en África, pero después del golpe de estado no sabemos exactamente la cantidad de muertes de activistas políticos, de violaciones a los derechos humanos y exiliados políticos. Se ha nombrado una comisión de la verdad liderada por abogados de empresas mineras canadienses y se ha exonerado a los militares que dieron el golpe de estado. No hay ninguna intensión de investigar y procesar criminalmente a los responsables de las muertes y violaciones de derechos humanos. Este es el camino que Hilary Clinton llama camino a la democracia y reconciliación.

Nuestra política exterior no ve al sur, ni siquiera se acuerda de sus aliados africanos que durante la guerra nos apoyaron y que hoy conocen mucho de Monseñor Romero, su mensaje, de nuestra historia. En el Sur se escuchan los reclamos por que la ex guerrilla salvadoreña ya no es un aliado en las arenas de política internacional. El gobierno Salvadoreño sigue acompañando al norte en su política de no mover las aguas, no levantar polvo, no hacer ruido. No es que el gobierno salvadoreño ponga la carreta delante de los bueyes...simplemente es una carreta sin bueyes, llevada por la inercia.

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